«Aunque mi vida había transcurrido desde siempre junto al mar, me pareció contemplarlo por primera vez. El olor del océano y la brea eran nuevos para mí. Vi los más asombrosos mascarones de proa y pensé por cuántos mares habrían navegado; miraba atónito a tantos marineros, viejos lobos de mar que lucían pendientes en sus orejas y rizadas patillas, y me fascinaba con su andar hamacado forjado en tantas cubiertas. Si hubiera visto, en su lugar, el paso de reyes o arzobispos, no hubiera sido mayor mi felicidad.»
Robert L. Stevenson - La Isla del Tesoro
Inicio éste blog a los pocos días de empezar mi lectura de cada verano, La Isla del Tesoro (de ahí la ineludible cita), y tras unos días de reflexionar sobre si animarme o no finalmente. ¿La finalidad de ésto? Una pequeña extensión de mi, donde destacar contenidos, ideas, canciones... seguramente ya irán saliendo las cosas como siempre: ¡sobre la marcha!
Quizás, si ésto se mantiene y me mantengo constante pueda terminar con una especie de cajón de sastre con todas las pequeñas cosas que vaya a vivir, pensar, sentir y todas ésas cosas que los humanos hacemos tan bien, ¿no? :)
Por hoy me doy satisfecha para haber hecho ya lo más complicado, trazar un rumbo. El resto saldrá a flote a medida que la navegación transcurra con el tiempo. Buenas noches, ¡y que el viento sople a tu favor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario